Algo más que máquinas: hola Thesa, adios Marnie.
Publicado: Martes, 09 Enero 2018, 15:35
Marnie llegó a finales de 2009 y en diciembre de 2017, después de casi 150.000 km de recorridos compartidos, se aleja de nuestras vidas.
Vino rodeada de emociones, poco después de que mamá Honda nos sorprendiera con una VFR 1200, presunta sustituta de la Pan, que no era ni por asomo lo que los ruteros esperábamos de esa novedosa máquina. Y apareció un mes de septiembre cuando Eva y yo paseábamos por el Puerto de Santa María. Allí estaba, imponente, en un escaparate de BMW de esta localidad. Me gustó, era una BMW 1300 GT roja. La miramos y la remiramos y al llegar a León encargamos la máquina aún sin nombre.
Pasados unos meses, en diciembre, llegó la deseada. Era un salto importante, pasar de la tranquila Deauville 700 a un bicho de 160 caballos y cuatro cilindros. La verdad es que estaba acojonado, o como se diga, en el foro de BMW las denuncias de averías frecuentes en este modelo, más en la 1200 GT, eran abrumadoras. Ufff, de hecho muchos viajes los hice con la mosca tras la oreja, pero pasaban los kilómetros y Marnie se portaba de maravilla: a lo largo de toda su vida sólo estornudó un par de veces, una en la kedada de Bilbao, que se quedó sin batería, aunque tuvo el detalle de dejarnos en la plaza del ayuntamiento de la capital del mundo, y otra por un fallo de un cable que se calentaba por falta de sección y hacía que la moto parara hasta que enfriaba. Solucionado este problema ya nunca dio más quebraderos de cabeza.
Han sido pues ocho años de convivencia en armonía. Un largo periodo en el que recorrió media España y se adentró muchas veces en Francia, Alemania, Italia y Portugal. Pero lo más importante es que nos permitió compartir rutas y vida con cientos de Deauvilleros. Marnie me acercó al impresionante bautismo del vuelo sin motor (gracias Maik) y fue compañera de viaje en Kedadas nacionales e internacionales, encuentros locales, rutas inolvidables con los Devi Riders: camino de Santiago, la ruta de la plata, los cañones del Sil… Con los Pachones y con los del Frente Norte también hemos vivido un montón de aventuras, sin olvidar pequeñas salidas locales con los buenos amigos que nos visitaban como Mar y Alberto, Unico y Rosa, María y Jacinto, Yolanda y Erni, Angels y Ferrán, Inma y Ocmigue, Toñi y Genís, Begoña y Juanjo, Loreto y Sandokan, Torrot, Juantxu, Mortadelo… Y sí quiero nombrar a tres amigos con los que he recorrido miles de kilómetros y curvas, muchas curvas, como son Ferran, DeuBcn y Zape y con los que espero hacer muchos más.
Pero Marnie también ha vivido momentos muy duros. Compañeros de ruta que nos han dejado, personas inolvidables que aún después de años, siguen presentes en nuestro recuerdo: Kilo, Bru y Luigi.
Ahora ha llegado Thesa, una BMW K 1600 GT roja, también en diciembre, como regalo de reyes de Eva, mi compañera motera de rutas y vida, pero nunca sustituirá a Marnie y espero que seguirá sus pasos, permitiéndonos continuar conociendo a personas increíbles y nuevos o viejos paisajes.
De momento con sólo 1000 km transmite buenas sensaciones. No es un salto grande ni en potencia, ni en tamaño, aunque sí en electrónica, en seguridad y un montón de novedades como la marcha atrás, la posibilidad de cambiar las velocidades sin embrague y algo que tengo ganas de probar su eficacia: la luz que no se pierde en las curvas.
Cuando llegue a los 10.000 km prometo hacer una prueba personal de Thesa, como lo hice con Marnie y con Tina.
¿Las fotos? Algún día.
* La prueba de Marnie: viewtopic.php?f=61&t=5919
Vino rodeada de emociones, poco después de que mamá Honda nos sorprendiera con una VFR 1200, presunta sustituta de la Pan, que no era ni por asomo lo que los ruteros esperábamos de esa novedosa máquina. Y apareció un mes de septiembre cuando Eva y yo paseábamos por el Puerto de Santa María. Allí estaba, imponente, en un escaparate de BMW de esta localidad. Me gustó, era una BMW 1300 GT roja. La miramos y la remiramos y al llegar a León encargamos la máquina aún sin nombre.
Pasados unos meses, en diciembre, llegó la deseada. Era un salto importante, pasar de la tranquila Deauville 700 a un bicho de 160 caballos y cuatro cilindros. La verdad es que estaba acojonado, o como se diga, en el foro de BMW las denuncias de averías frecuentes en este modelo, más en la 1200 GT, eran abrumadoras. Ufff, de hecho muchos viajes los hice con la mosca tras la oreja, pero pasaban los kilómetros y Marnie se portaba de maravilla: a lo largo de toda su vida sólo estornudó un par de veces, una en la kedada de Bilbao, que se quedó sin batería, aunque tuvo el detalle de dejarnos en la plaza del ayuntamiento de la capital del mundo, y otra por un fallo de un cable que se calentaba por falta de sección y hacía que la moto parara hasta que enfriaba. Solucionado este problema ya nunca dio más quebraderos de cabeza.
Han sido pues ocho años de convivencia en armonía. Un largo periodo en el que recorrió media España y se adentró muchas veces en Francia, Alemania, Italia y Portugal. Pero lo más importante es que nos permitió compartir rutas y vida con cientos de Deauvilleros. Marnie me acercó al impresionante bautismo del vuelo sin motor (gracias Maik) y fue compañera de viaje en Kedadas nacionales e internacionales, encuentros locales, rutas inolvidables con los Devi Riders: camino de Santiago, la ruta de la plata, los cañones del Sil… Con los Pachones y con los del Frente Norte también hemos vivido un montón de aventuras, sin olvidar pequeñas salidas locales con los buenos amigos que nos visitaban como Mar y Alberto, Unico y Rosa, María y Jacinto, Yolanda y Erni, Angels y Ferrán, Inma y Ocmigue, Toñi y Genís, Begoña y Juanjo, Loreto y Sandokan, Torrot, Juantxu, Mortadelo… Y sí quiero nombrar a tres amigos con los que he recorrido miles de kilómetros y curvas, muchas curvas, como son Ferran, DeuBcn y Zape y con los que espero hacer muchos más.
Pero Marnie también ha vivido momentos muy duros. Compañeros de ruta que nos han dejado, personas inolvidables que aún después de años, siguen presentes en nuestro recuerdo: Kilo, Bru y Luigi.
Ahora ha llegado Thesa, una BMW K 1600 GT roja, también en diciembre, como regalo de reyes de Eva, mi compañera motera de rutas y vida, pero nunca sustituirá a Marnie y espero que seguirá sus pasos, permitiéndonos continuar conociendo a personas increíbles y nuevos o viejos paisajes.
De momento con sólo 1000 km transmite buenas sensaciones. No es un salto grande ni en potencia, ni en tamaño, aunque sí en electrónica, en seguridad y un montón de novedades como la marcha atrás, la posibilidad de cambiar las velocidades sin embrague y algo que tengo ganas de probar su eficacia: la luz que no se pierde en las curvas.
Cuando llegue a los 10.000 km prometo hacer una prueba personal de Thesa, como lo hice con Marnie y con Tina.
¿Las fotos? Algún día.
* La prueba de Marnie: viewtopic.php?f=61&t=5919